El bloque de hielo, de 2.550 kilómetros cuadrados, se desprendió el 12 o el 13 de febrero del Glaciar Mertz. Su deriva podría alterar las corrientes oceánicas en todo el mundo, según un estudio, su inmenso tamaño k pesa 860 000 000 000 de toneladas de agua...
Un gigantesco iceberg del tamaño de Luxemburgo se desprendió de la Antártida hace dos semanas y su deriva podría alterar las corrientes oceánicas en todo el mundo, según un estudio científico publicado este viernes.
A pesar de que el impacto no se sentiría hasta dentro de varias décadas, una disminución en la velocidad de producción de agua fría y densa podría resultar en inviernos menos templados en el Atlántico norte, señalaron los investigadores.
El bloque de hielo, de 2.550 kilómetros cuadrados, se desprendió el 12 o el 13 de febrero del Glaciar Mertz, un cuerpo de hielo flotante de 160 kilómetros de largo que emerge de la Antártida oriental y se extiende sobre el Océano Antártico al sur de Melbourne, informaron los científicos.
Con un grosor de 400 metros, el iceberg podría llenar el puerto de Sídney unas cien veces.
El iceberg también podría perturbar la biodiversidad excepcionalmente rica de la zona, que incluye una importante colonia de pingüinos emperadores cerca de Dumont d"Urville, donde se encuentra una estación científica francesa en la Antártida.
"La lengua de hielo estaba casi desprendida y colgaba como un diente flojo", indicó Benoit Legresy, un glaciólogo francés que monitorea el Glaciar Mertz desde hace una década, en un trabajo conjunto con científicos australianos.
La masa de 78 kilómetros de largo y la mitad de ancho, con un peso de más de mil millones de toneladas, se desprendió tras ser embestida por otro iceberg conocido como B9B, que se había separado del continente antártico en 1987.
Atascado allí durante más de dos décadas, el Glaciar B9B se estrelló de frente con la lengua del Glaciar Metz al comenzar a desplazarse.
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